sábado, 22 de mayo de 2010

“BICENTENARIO, UN DESAFÍO A LA UNIDAD”


El viernes 25 de mayo de 1810, ante la presión popular y la falta de apoyo de las fuerzas militares, la junta presidida por Cisneros presenta la renuncia. Los cabildantes aceptan la dimisión y, acto seguido, deciden reconocer la autoridad de una Junta Revolucionaria. Se forma así la Primera Junta de Gobierno integrada por el Comandante de Armas Cornelio Saavedra, como presidente, los doctores Juan José Paso y Mariano Moreno, como secretarios y Manuel Alberti, Manuel Belgrano, Juan José Castelli, Miguel de Azcuénaga,Juan Larrea y Domingo Matheu como vocales.
De este modo nuestra patria comenzaba a desandar el camino hacia la independencia que se declararía recién seis años después.
Han pasado 200 años a lo largo de los cuales no fueron pocos los desencuentros entre militares, políticos y ciudadanos con intereses dispares. Hoy, a dos siglos de aquel primer grito de libertad, guiada por más oportunistas que patriotas, nuestra Nación sigue sin resolver su destino. ¿Hasta cuándo? Hasta que todos nosotros, ciudadanos de bien, transitando por los carriles democráticos, exijamos a quienes nos gobiernan que cumplan sus promesas y hagan de nuestra patria una nación auténticamente soberana, una nación donde nadie pase hambre, donde todos puedan curarse y recibir educación, donde no se envenenen las aguas ni el aire que respiramos. ¿Hasta cuándo? Hasta que tengamos la valentía y la decisión de reconstruir conjuntamente la patria que heredamos para forjar la patria que soñamos. No sé si estaremos a la altura de aquellos hombres, pero no hay alternativas: debemos ser capaces de empujar para el mismo lado de la historia, como lo hicieron San Martín, Belgrano, Moreno, Güemes… Tenemos que conseguir superar nuestras diferencias y pensar como una Nación. Es necesario que logremos respetar la diversidad de las miradas y las verdades sin perder la unidad como Patria. Tenemos que poder abrazarnos en cada logro colectivo y social como lo hacemos con los triunfos deportivos. ¿Por qué no registrar de una vez por todas que la patria va más allá de la camiseta de la selección? Dentro de un par de semanas todos nos sentiremos más argentinos. El fútbol activará en nosotros el patriotismo que no nos despiertan otras circunstancias más significativas. Aprovechemos esa ocasión para unirnos y hermanarnos en el deseo de construir el país que soñaron los patriotas. Proyectemos más allá del Mundial la solidaridad, el respeto mutuo, el amor a la celeste y blanca y unámonos por el resto de los tiempos con la convicción de construir una patria realmente soberana.
“El pueblo quiere saber de qué se trata”, proclamaban a las puertas del cabildo. Hoy, 200 años después, hemos aprendido, a costa de muchos dolores y fracasos, que se trata de ser patriotas en todos y cada uno de los pequeños actos de la vida. Se trata de ser dignos. Se trata de no claudicar y hacer carne la idea de que, por duro que parezca el camino, la fuerza y la decisión está en nosotros: cada uno podrá lograr lo que se proponga y la suma de nuestros esfuerzos y nuestras ganas y nuestros sueños dará como resultado una patria refundada desde la utopía. Una patria en la que seremos felices y de la que nos sentiremos orgullosos y entonces, como nunca, comprenderemos los bellísimos e irreemplazables versos de Julia Prilutzky Farny: “Allí donde partir es imposible, donde permanecer es necesario, donde nunca se está del todo solo, donde cualquier umbral es la morada. Allí, donde se quiere arar y dar un hijo. Allí, donde se quiere morir, allí está la patria”.

¡Feliz Bicentenario! ¡Viva la Patria!

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